Las paredes recién enyesadas rebotaban el sonido y sin embargo Helena soltó una risa esporádica al recordar todo lo sucedido hace tantos años. Sacó su fiel cuaderno y comenzó a escribir.
DanielFue una noche del citado mes en la que, como de costumbre y mucho antes de que se desatara la crisis; Helena, su madre y su hermana estaban en la tienda "del Cuñado" comprando algo que cenar después de llegar de la casa de la abuela.
Alias el Mowgli.
Llegó a mi vida en noviembre de hace cuatro años, en medio de estrés, miedo, angustias y otras cosas mucho menos desagradables que no recuerdo con exactitud. Aunque, ahora que lo pienso, realmente aquella fue una temporada no tan mala, de la cual, este chico llegó a ser una de las cosas que más gratamente recuerdo...
Cabe mencionar, que desde que que la familia de Helena se mudó al barrio de La Concha, siempre han existido dos tiendas de abarrotes, una al lado de la otra como muéganos: "Popopark", y "Abarrotes el Cuñado", e igualmente desde que viven ahí, cada que regresan de la casa de la abuela es regla ir a la tienda del cuñado, un fuereño desaliñado de nombre Agustín, a comprar la cena.
Al principio las compras de domingo en la noche se hacían en "Popopark", pero un desafortunado día la güera de la tienda se fué sin dejar rastro alguno y al quedarse al frente un moreno sin chiste alguno y que inflaba los precios a diestra y siniestra, empezaron a ver con simpatía al sudoroso pero conveniente agustín.
En fin, resulta que esa noche Helena y su hermana Angie se dirigían hacía la tienda hablando no se sabe que tonterías, como siempre y también como siempre Helena ya estaba resuelta a pedir sus ya clásicos Roles de Canela individuales cuando se percataron de algo: O el Cuñado había mutado enormemente o Agustín y familia se habían retirado del negocio como la güera de Popopark.
Pues ni una, ni la otra. El tipo que se encontraba frente a ellas era un personaje totalmente nuevo.
(entrada original publicada el 26/12/08)
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