Después de tanto tiempo por fin regresé a la escuela. Mi prepa había cambiado mucho, todos los compañeros de la secundaria estaban ahí. Arturo, Jose Luis, Berenice Velasco y un monton de individuos que no recordaba pero cuya cara se me hacía conocida.
Después del concierto de bienvenida a cargo de los Hijos del maiz, teníamos la clase de Educación Física con el profe pambolero quien les pidió a los chicos traer playeras a marillas para la siguiente clase. Pasaron las ondas REM y llegó la otra clase.
Sentados en un descanso de la escalera de cemento del edificio que daba hacia el estadio, Arturo y yo platicábamos de la siembra de bananos frente al metro neza mientras era hora de la clase. de repente Arturo me presumió su playera amarilla, era del América, es más, traai todo el uniforme y yo con una cara de juath no sabía que decirle. En eso sonó el silbato y todos corrimos al estadio donde era la clase.
Jugamos futbol toda la clase y para la otra nos tocaba a las chicas traer playera amarilla. En eso iba pensando cuando me percaté que ya estaba en el autobus camino a casa, maldición pensé! Este no es y bajé rapidamente para encontrarme en una calle llena de gatitos que se me acercaban, ronroneaban y algunos revoloteaban a mi alrededor, uno de chocolate se me acercó y no pude evitar comermelo entero.
Cuando abrí los ojos me di cuenta de que nunca había subido al autobús, más bien, éste me había atropellado y estaba en la enfermería y para colmo había olvidado mi playera amarilla. :(
El profesor me sacó de la clase por no cumplir el requisito u.u Así que yo les echaba porras a las chicas desde las gradas.
A mitad del juego, un viejo gordo llegó y nos dijo que el sería nuestro nuevo profesor. El otro se fué todo frustrado y éste nos puso a hacer trabajos forzados a ritmo de un tambor vikingo.
Pasaban lentos los minutos, sudábamos a chorros y la ira crecía dentro de nosotros, hasta que de repente, Adrián se levantó y nos llamó a la subversión. Todos empezamos a correr al viejo gordo con piedras y palos, lo hicimos uir y lo seguimos correteando hasta un camellón cercano a la escuela; ahí lo hicimos subirse a una silla y hacer todo tipo de movimientos de gimnasia amenazándolo con los palos y las piedras.
Todo el vecindario se reia de él, y en eso estábamos cuando una orda de calabazas dobló la esquina, entonces todo mundo dejó lo que estaba haciendo y corrimos hacía la avenida. Por fin caí en la cuenta!!!! Era 31 de octubre al fin!!! n.n Midía favorito del año!!!!! n.n
Un enorme desfile de gente disfrazada comenzaba a inundar las calles. Cayó la noche como de rayo, el ambiente se tornó festivo y todos corriamos por las calles llenas de gente....
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