sábado, 30 de agosto de 2008

Te extraño

Para Daniel
julio de 2004


Ya no, ya no quiero
escuchar tu voz traicionera
diciendo que me amas,
escuchar tu voz hipócrita y mentirosa
diciendo palabras cálidas.

Esto es lo que ahora siento:
el dolor de lo que no fue,
el beso que nunca llegó.
Cerrar los ojos de placer entre tus brazos,
abrirlos… y sentir el frío en la espalda.

Y extrañarte
y soñarte
cada vez más.
Y buscarte en la calle
y esperarte en la esquina
donde todo sucedió.

Y vivir
con el alma en pedazos,
el corazón destrozado
en la manos, desangrando
y palpitando todavía
la herida en carne viva.

Te odio, sí;
pero también te amo.
La paradoja más extraña de mi corazón.
odiarte y amarte al mismo tiempo,
laberinto sin solución.

Hoy a plena luz de la luna
empapada en llanto
y en ideas desquiciantes
no puedo decir cuanto te odio,
ni puedo saber si todavía te amo.

hoy, simplemente
te extraño.

No hay comentarios: